Arte Fontino

APUNTES PARA NAVEGAR POR EL ARTE FONTINO


Gracias, amigo internauta, por elegir la página de arte fontino y desear adentrarte en el océano de este nuevo planeta.


El autor de este arte se llama Carmelo de la Fuente, y es quien te escribe estas páginas. Soy castellano, burgalés y ribereño. Nacido en Fuentecén, en 1945, y criado en Aranda de Duero. Alguien me ha definido como «escultor, pensador, narrador, filósofo y poeta al mismo tiempo ‘ (J.E Chapel).


En un primer acercamiento podemos definir el arte fontino como» aquel que ha sido capaz de retar, domar y traspasar el noble hierro, abriendo horizontes nuevos, con pisada y vocación de infinito y sin encadenarse a clichés ni estereotipos estéticos o ideológicos» (R. Berzosa).


Me considero un artista autodidacta. Llevaba dentro lo que sentía y lo que tenía que ser y hacer. Mi técnica es algo así como pintar un cuadro al revés. Voy labrando, con botadores romos, una plancha de hierro en frío de un milímetro de espesor sobre el revés. Para plasmar este arte he tenido que inventar los cánones, las herramientas, las proporciones y los mismos materiales.


De este arte se ha habaldo como de dominio del hierro hasta conseguir una alta calidad estética (Marqués de Lozoya), de verdadera transmutación del hierro (Montse de Blas), de titánica misión de aligerar la materia (Jean-Pierre Chapel), de admirable juego de altos y medios relieves (Ruiz Valderrama), de influencias del «quinquecento italiano» (Basilo Osaba), de clásico del arte (Anteno), de sorprendente novedad artística (Covarrubias), de permanente originalidad y novedad (A. Salgado), de ser un artista individualmente colectivo (F. López), de mostrar la candidez de un forjador en hierro frío (A. Lázaro), de relieves emergentes sobre la aparente inercia de una lámina de hierro adquiriendo vida propia (C. Barrena), de una obra vanguardista (M. Rubio). Todo es correctamente adecuado y, sin embargo, queda muy corto.


El arte fontino no se modela, primero, en otra materia (ejem. barro o escayola) y, después, se funde el metal; la obra nace, como he dicho, golpeando por el reverso una plancha de hierro hasta obtener un efecto escultórico en alto y bajo relieve. El dibujo, bajo una técnica particular, adquiere una gran importancia. En el ojo y en la mano del artista se desarrollan y crecen las facultades de ver, sentir, imaginar y pensar a un mismo tiempo e inseparablemente.


2.- Breve guía temática de la muestra


Desde las claves anteriormente señaladas, permíteme señalarte algunas claves para introducirte en el conjunto de las obras que podrás visualizar. La muestra puede dividirse en cuatro filones o vetas.


2.1.- Los cuatro jinetes del Apocalipsis


La peste, el hambre, la guerra y la muerte. Son los clásicos corceles que refleja el último libro de la Biblia. En el arte fontino adquieren todo su dramatismo y nos recuerdan que siguen cabalgando en nuestra historia contemporánea.


La guerra Nos habla que, tanto en vencedores como vencidos, el triunfo es de la violencia, la destrucción el sinsetido. Y cómo para romper el círculo vicioso de la violencia no basta el ojo el por ojo y el diente por diente. En la guerra siempre perdemos todos


El hambre Refleja un mundo roto por la miseria y la hambruna. Y desea reflejar nuestro mundo cruel y paradójico de desigualdades, en el que los ricos cada vez son más ricos, y los pobres cada vez más pobres. El abismo entre unos y otros se agranda.


La peste Los árboles de cemento, los edificios-búnker, la droga, y la escoria humana, aparentemente son la principal herencia que queremos y sabemos dejar a nuestras generaciones más jóvenes. Pero una escalera, hacia la esperanza, abre el paso a valores nuevos. Se necesitan hombres nuevos para hacer posible una nueva humanidad.


La muerte Nuestra compañera de peregrinaje en la vida. ¿Es el final de todo? El amor, en forma de dos manos acogedoras, parecen decirnos que cuando morimos podemos nacer a algo nuevo y soprendente


2.2.- Los cinco sentidos corporales


El arte, cuando lo es de verdad, es un homenaje no sólo al espíritu, sino a la materia. O mejor, al espíritu encarnado o a la materia espiritualizada. En el arte fontino, los sentidos están preñados de ricos y sugerentes simbolismos.


Oído Nos muestra, en forma de denuncia cómo muchas veces en nuestra vida no sabemos escuchar los gritos de una humanidad sufriente y desesperanzada


Olfato Sentido que, en esta sociedad postindustrial y del asfalto, se ve privado del buen olor de la paz y de la armonía de nuestras tierras desoladas, de aquellos lugares privilegiados en los que hundimos nuestras raíces más profundas.


Tacto En nuestras manos, nuestro hacer, puede ser una máquina de destrucción o, por el contrario, una herramienta constructiva. Tenemos que elegir la cultura de la muerte o la de la vida.


Gusto Se refleja una mirada perdida ante un manjar deseado al que rechazamos. Quiere ser una llamada de atención a bucear en nuestro interior para redescubrir aquello que nos mueve con mayor profundidad.


Vista No sólo tenemos ojos carnales y miramos con los ojos de cara. Las cosas más importantes, sólo son visibles con los ojos profundos y limpios del corazón.


Sexto sentido La intuición y la contemplación profundas en forma de mujer, con figura de interrogante. Llenando todo, el túnel de la vida y de la libertad creativa.


2.3: Costumbrismo castellano


Logradas y originales escenas del castellanismo más castizo. Llamada de atención al visitante para que sepa captar los finos detalles en personas y objetos. Algunos de estos utensilios son ya historia y piezas de museo.


Vida rural Escena que rezuma añoranza y nostalgia de la infancia vivida. El pastor, como guía y maestro de horizontes amplios, no sólo contempla su rebaño sino el incierto futuro.


El afilador El tiempo es como una fina y afilada cuchilla que va cribando lo que debe quedar y lo que sólo son chispazos de unas horas o de unos días.


La forja Herrero y labradores fundidos en un mismo oficio para abrir surcos preñados de futuro y esperanza.


El chamuscón La gran fiesta de mi infancia. La alegría, la sencillez y lo genuíno unidos en una misma experiencia capaz de dejar huellas imborrables en los corazones.


2.4: Simbolismo y paisajes:


El arte fontino no sólo se recrea en el realismo. Sabe abrirse al simbolismo, transformando lo cotidiano en algo nuevo y sorprendete. Temáticamente, estas obras simbólicas y de paisajes, consagran la originalidad misma de este arte.


El emigrante Mitad pasado y mitad futuro, mitad sueño y mitad realidad. Sabe lo que dejó; no sabe lo que le espera.


El callejón Duermen las piedras del ;viejo callejón, acumulando lo que la vida les regala. Como les sucede a ellas, a veces vivimos la vida y, otras veces, es la vida la que nos vive a nosotros.


San Juan Templo arandino mitad fortaleza mitad colegiata. El gótico, en armonía ascendente, me estimula hacia mundos creativos artísticos aún por nacer.


3.- Palabras finales
Amigo internauta, tú que conoces la realidad virtual, al final de este breve recorrido habrás experimentado que el arte siempre sabe abrir caminos nuevos. Y que los artistas, pobres instrumentos en manos de la inspiración creadora, apenas acertamos a balbucear algo de lo que sentimos cuando labramos nuestro arte.


Por seo, con el poeta José Hierro, me atrevo a decirte:


«Quisiera que tú me entendieses a mí sin palabras,
como entiendo yo al mar o a la brisa enredada en un álamo verde».


!!Gracias por tu generosidad y tu paciencia!!. !!Gracias por hacerme sentir vivo!!


Carmelo de la Fuente
Invierno de 2001